En la incipiente obscuridad
en el relámpago de la noche
en la turbia mazmorra
arden los leños del usurpador

En el amanecer angustioso
en la mañana soleada
en la canícula del mediodía
arden los leños del torturador

En la grisácea manifestación de protesta
en el grito polvoriento del viento norte
en la memoria de los pueblos
arden los leños del dictador

En el crispado crepúsculo de la tarde
en el vaivén de cada nueva jornada
en el combate de cada nueva insurrección
arden los leños del traficante y del traidor

Entre la nieve y la luna llena viscosa y morena
arde el leño que achicharra la miseria humana
enseñando el escándalo de cada nueva impostura
de quienes mueren como hombres en cada nueva tortura

Entonces chisporrotean las ganas
de incendiar con audacia y silencio alegre
la marcha colectiva y toda la llanura
con gritos y protestas mundanas
arde el leño para cocinar a fuego lento
toda la parca de la historia libertaria

Pero en los escondrijos del alma
del universo incandescente de los parias
otro leño está ardiendo
con los músculos aun retorcidos
con las bravuras aun arrinconadas

Pero sus estertores se están astillando
en el alba de cada ser que está combatiendo
y en el ocaso de cada renuncia silenciosa
que los hombres y las mujeres pronuncian en sus hogares

Imperios y dictadores están muriendo
en cada rescoldo del pueblo que apila sin cesar
en cada abril de nuestro costillar
las brasas de la fogata primaveral

En cada leño que en los puños está ardiendo
el fuego del verdadero infierno
quema las amarguras del tiempo
y las perversidades del rufián

En cada diseño de turbio proceder
en cada contraluz del destino humano
en cada morgue que recuerda al tirano
el leño ardiendo consume su propio escarmiento

Entre el sol y la luna
más allá de la rapiña
más allá del estiércol y los esterales
surcan los ríos y sus aguas son frescas y surgentes
los arados roturan el vientre de la tierra
y en cada húmedo e inspirado terreno
florecen las campiñas, se agita el trajín de la siembra
los timbales anuncian las cosechas y el leño
está ardiendo como hoguera incandescente

Sin ningún respiro y ninguna tardanza
el leño ardiendo hace resplandecer
la pureza del fuego, la luminosidad de la luz
y da nuevo aliento a la fogata de la esperanza

En cada llanura y valle dormido
un leño ardiendo
señal de inevitable rebelión
de los zarandeados y humillados de siempre
y pronta liberación de los insurrectos y oprimidos

En cada hoguera patria
un leño estará ardiendo
un pueblo despierto estará pariendo
y un nuevo líder estará naciendo